La estudiante culminó el 2do año con promedio 10 en el Instituto Superior Adventista. Fue la ganadora de una beca por $35.000 del Concurso Mejor Promedio 2019 de Misiones Online. El diploma fue entregado por el gobernador de Misiones, Oscar Herrera Ahuad. La beca fue entregada por Fernando Luis Kramer, vicerrector de la Universidad Nacional de Misiones (UNaM).
Paula Erin Markovic es una de las estudiantes de excelencia del nivel secundario de la provincia. Es oriunda de Leandro N. Alem, y el año pasado culminó el ciclo lectivo del 2do año con promedio 10 en el Instituto Superior Adventista de Misiones. Decidió inscribirse en el Concurso Mejor Promedio 2019, y en diálogo con Misiones Online, compartió su experiencia de participar en el certamen, ya que admitió que tenía muchas dudas de inscribirse.
“Mi mamá tenía conocimiento del concurso, ella fue la primera que me propuso inscribirme en 2018, pero no lo hice. Finalmente, el año pasado fue mi tía la que me registró para participar. Ella es maestra y también sabía del concurso. En lo personal, no hubo una razón específica por la que decidí sumarme a la iniciativa, era intentar probar suerte y ver si podía aprovechar la oportunidad con mis buenas calificaciones. La iniciativa me parece una muy buena idea para incentivar a los chicos de la provincia y el país a invertir su tiempo en el estudio y su futuro”, expresó Paula.
Su familia es su fortaleza, y los vínculos se extienden a tíos y primos cercanos. El grupo familiar está integrado por su mamá Rosalía Berger, su papa Mario Markovic, y su hermana menor Johana, además de “León”, su perro y parte importante de sus afectos. “Él siempre logra sacarme una sonrisa haciéndome compañía cuando lo necesito”, expresa Paula sobre su fiel compañero.
“Mis padres siempre me ayudan a distraerme cuando necesito que alguien que me haga acordar de que la vida no se trata solo de responsabilidades. Ellos me hacen ver los desafíos desde otro punto de vista cuando parecen muy intimidantes”, comentó.
En paralelo, es una potencial pastelera, ya que disfruta mucho de la elaboración de reposterías. “Me gusta cocinar postres para poder compartir cosas nuevas con los demás; es una forma en la que canalizo el estrés, porque al concentrarme en las preparaciones y en dejar volar mi imaginación, mi mente se despeja y puedo afrontar los problemas con mayor claridad”, explica.
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Un año diferente
Para la adolescente, el 2020 no fue un año sencillo desde el ámbito escolar. “Conllevó a una trayectoria larga no esperada, con momentos estresantes, que hacen que una termina olvidándose cuando llega el sentimiento de realización”, admitió la estudiante. “Rescato, de igual forma, que todo se trata de poner dedicación en lo que haces y de valorar tanto el tiempo de estudio como los momentos de descanso y de ocio, cuidando la relación que se tiene con los demás y con uno mismo. No puedo llevarme todo el crédito de mi buen promedio porque este logro también son de mis padres que siempre estuvieron para apoyarme en toda mi vida académica y me llevaron a formar los hábitos que te llevan a ser una buena alumna”, compartió la estudiante.
Por otra parte, agregó que en su colegio también hay un ambiente muy familiar y cercano entre alumnos y directivos, lo que ayudó a sentirse contenido. “El saber que mi bienestar importa por sobre las calificaciones me incentivó a seguir disfrutando de la secundaria”, sostuvo la adolescente.
La destacada estudiante disfruta de aprender y tener siempre algo nuevo para compartir con los demás o para adquirir algo nuevo de los estudios. En paralelo, destina tiempo a realizar acciones solidarias o voluntariado para ayudar a otras personas.
Respecto al aprendizaje personal frente al contexto de cuarentena por la pandemia por coronavirus que modificó las tradicionales clases presenciales por la modalidad virtual, consideró que “a todos nos afectó de alguna manera, ya sea positiva o negativamente. Esta situación, en definitiva es nueva y extraña para todos. En lo personal, me hizo reflexionar más sobre mí misma, me llevó a ingeniarme y a buscar nuevas maneras de pasar el tiempo sola y de cuidar de mí misma; así como también me hizo valorar más a las demás personas, a mis amigos y familia, y el tiempo que pasan conmigo”, valoró Paula.
La estudiante sostuvo que no hay mucho más para hacer en este contexto de coronavirus que cuidarse e intentar adaptarse y confiar: “Siempre va a salir el sol después de la tormenta. Creo que esto nos enseña la importancia que tiene cada individuo en la sociedad, por lo que debemos siempre dirigirnos a los otros con respeto”, fue su reflexión.
Consciente del contexto y de las necesidades económicas de muchos alumnos, reconoce que en su situación tiene la “bendición” de contar con todos los recursos que necesita para estudiar. “Siempre busco aprovechar todo al máximo; intenté mantener una rutina de manera consistente en esta cuarentena, y realizar todo lo relacionado al colegio por las mañanas, para tener las tardes para despejarme y de esta manera evitar saturar mi mente con responsabilidades. Todos estos cambios fueron una forma de poder poner una pausa y tomar un respiro, creo que es bueno el poder adaptar los horarios a tus necesidades y preferencias”, explicó la joven en la entrevista.
Respecto a lo que más extraña en esta “nueva normalidad” que le tocó vivir, no dudó en que las limitaciones para viajar es lo que más la afectó. “Eso es que más extraño, conocer lugares nuevos y culturas diferentes, así que lo que me gustaría hacer en futuro sería, claramente, irme de viaje a algún lugar con mi familia”.
Otro de sus sueños es poder conocer muchos países, especialmente los países nórdicos. “Con algunas de esas culturas me siento conectada debido a mi ascendencia finlandesa”, agregó la estudiante.
En el futuro, proyecta estudiar la carrera de Medicina, y usar luego sus habilidades para ayudar a aquellos que lo necesitan. “De alguna manera, quiero responder a ese llamado en ayudar a la gente con acciones que más llenan el alma. Pero en general, mi meta es disfrutar cada etapa de mi vida, apreciar lo que cada una de ellas tiene para ofrecer, y convertirme en una persona cuya compañía los demás disfruten”, concluyó la estudiante misionera.
Por Patricia Escobar