Con promedio 10, la alumna cursó el 4to año del Profesorado en Letras, en la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la UNaM. Por empate por igual promedio, con el estudiante Williams Geryng, de Oberá, resultaron ganadores del Concurso Mejor Promedio 2019 de Misiones Online en la categoría de nivel universitario de la provincia y compartirán una beca de $35.000. En el evento virtual realizado el viernes, el diploma a los estudiantes fue entregado por el gobernador de Misiones, Oscar Herrera Ahuad, y la beca por la directiva de la empresa ElectroMisiones SA, Teresa Barrios.

Rocío Daniela Suárez (22), estudia Profesorado en Letras en la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Misiones. Su familia la integran sus padres, ya que es hija única. “Ellos son comerciantes, están dentro del rubro textil, se dedican a hacer confecciones y bordados. Vivimos en Posadas, ciudad a la que ellos vinieron a estudiar y después se quedaron, pero ambos son de la localidad de Campo Grande”, precisó la joven estudiante premiada con la Beca ElectroMisiones por resultar ser una de las ganadoras del Concurso Mejor Promedio 2019 en la categoría Universidades de Misiones.

 

Llegó al certamen por intermedio de su papá que leyendo Misiones Online tomó conocimiento ya sobre la fecha límite de la inscripción y sus requisitos. “Nos comentó a mi mamá y a mí sobre este concurso, entonces ambos me alentaron a que me postule, ya que sabían que durante el año pasado me había ido bien en las materias que cursé. La iniciativa representa una muy buena oportunidad para quienes cursamos nuestros estudios en los diferentes niveles, ya que los premios que se otorgan significan una gran ayuda y motivación para continuar con la formación académica”, opinó la estudiante.

 

Desde que ingresó a la universidad, Rocío siempre intentó dar lo mejor de sí en los diferentes trabajos y exámenes, esforzándose al máximo para llevar al día las lecturas, y prestando mucha atención a las palabras de sus profesores en las distintas clases. “Creo que lo que más me gusta de estudiar es el momento en el que me siento, ya sea en la mesa del comedor de mi casa o en mi escritorio, con los apuntes o la computadora y un mate, a dedicarle tiempo a algo que sé que es por y para mí”, expresó la joven universitaria en la entrevista.

 

El gusto por la lectura la llevó a elegir el Profesorado en Letras. “Desde muy chica siempre me interesó la literatura. Desde mi infancia, mis padres y mis tías me regalaban libros que pensaban que podían interesarme o gustarme, y así fui adquiriendo el gusto. Ya en primer año de la secundaria me imaginaba dando clases de literatura en el colegio, aunque se empezó a convertir en una posibilidad real cuando tenía cerca de quince o dieciséis años, y me comentaron sobre las materias que formaban parte del plan de estudios de la carrera. Creo que además de la influencia que representó mi familia, la elección también estuvo relacionada con el hecho de que tanto en la primaria como en la secundaria tuve una muy buena base en las materias «Lengua y Literatura», relató sobre las etapas que marcaron su vida para elegir su futura profesión.

 

Sus profesoras siempre la motivaron a seguir leyendo e investigando sobre las lecturas que hacía, y su exigencia a la hora de abordar la escritura de textos académicos la prepararon para lo que llegaría después, en el nivel superior. “Además de cursar el profesorado en Letras también soy alumna de la Licenciatura”, precisó la destacada estudiante.

 

Con promedio 10, la alumna  cursó el 4to año del Profesorado en Letras, en la  Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la UNaM. Por empate por igual promedio, con el estudiante Williams Geryng, de Oberá, resultaron ganadores del Concurso Mejor Promedio 2019  de Misiones Online en la categoría de nivel universitario de la provincia y compartirán una beca de $35.000. En el evento virtual realizado el viernes 25 de septiembre, en el marco de los 20 Años de Misiones Online, el diploma a los estudiantes fue entregado por el gobernador de Misiones, Oscar Herrera Ahuad, y la beca por la directiva de la empresa ElectroMisiones SA, Teresa Barrios.

 

 

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La vida universitaria, en el año de la pandemia

Para Rocío, la vida del estudiante universitario es difícil debido a la situación económica que se está viviendo. “En mi caso sólo puedo hablar del costo de los materiales, a los que se vuelve difícil acceder ya que los precios de los libros aumentan cada vez más. Gracias a internet muchos de estos hoy ya tienen su versión digital, pero este no es siempre el caso. Con mis padres siempre conversamos sobre lo afortunada que soy por haber nacido en Posadas, ya que con los costos que implica para una familia mantener a un estudiante en otra localidad, sería difícil para mí acceder a la universidad si no viviera con ellos”, contó la joven.

 

Sumado a los costos habituales, el 2020 cambió notablemente la vida del estudiante universitario en relación con lo que fueron sus años anteriores cursando la carrera de Letras ante la educación a distancia por la pandemia por COVID-19. Rocío explicó que si bien ya estaba acostumbrada a manejarse de manera virtual en muchos aspectos, creo que nadie estaba preparado para que absolutamente todo se traslade a esta modalidad. “No fue sencillo adaptarse a las clases por zoom o por webex, debido a que son plataformas que no formaban parte de la vida cotidiana. Además, el hecho de aprender a lidiar con mis dispositivos tecnológicos que ya tienen sus años y sus complicaciones técnicas, fue todo un desafío”, explicó.

 

“En más de una ocasión me quedé afuera de las clases virtuales, ya que mi notebook tiene problemas de batería y muchas veces no puedo prever cuando se va a apagar. De todas formas, sé que cuento con muchos privilegios, ya que hoy en día el acceso a una computadora y a internet no es algo que todo el mundo posea”, detalló la estudiante.

 

De esta forma, sostuvo que el 2020 le cambio completamente el ritmo de vida de estudiante, no sólo por el cambio en la modalidad de la cursada, sino también por estar cursando menos materias que años anteriores, en los que apenas me alcanzaba el tiempo para cumplir con todas mis tareas y obligaciones.

 

“Nunca había tenido demasiado tiempo libre, siempre había alguna entrega pendiente o algún examen para el que estudiar, entonces fue muy difícil adaptarme a pasar tanto tiempo en mi casa sin tener mil cosas para hacer. Al principio me costó mucho orientarme con los tiempos y el cambio de los espacios. Creo que lo que más me ayudó a superar las dificultades que tuve para encontrar la motivación necesaria para seguir con todo lo que tenía que hacer, fue armar una rutina que me permita organizarme. Cuando logré organizar los tiempos que le dedicaría a cada actividad, el aislamiento se volvió más llevadero y productivo”, admitió la estudiante.

 

En cuanto a lo que más se extraña de la cursada presencial dijo que fue “el contacto con mis profesores y compañeras”. Si bien en las clases virtuales los contenidos pueden ser desarrollados perfectamente, sostuvo que “se siente la falta de compartir un mate, de juntarse a estudiar o realizar trabajos prácticos, y de merendar o cenar con mis amigas después de un día largo en la facultad”.

El apoyo de la familia en los estudiantes de Mejor Promedio es clave. “Mis padres siempre me apoyaron en todo lo que quise hacer, cuando les dije que quería estudiar Letras se alegraron y me alentaron a que siga la carrera que me gustaba. Aún vivo con ellos, lo que me permite cursar y estudiar con total libertad. El resto de mi familia también está muy presente, mis abuelos, tíos y tías están pendientes en todo momento, preguntándome cómo me va, brindándome contención en los momentos de nervios, y colaborando económicamente con lo que sea necesario”, valoró la joven universitaria en la entrevista.

 

 

A Rocío siempre le gustó realizar distintas actividades deportivas, como gimnasia artística, natación y danza, aunque me dediqué más a esta última. “Antes de terminar la secundaria tuve que decidir si seguía la carrera de bailarina de ballet o me enfocaba exclusivamente a la facultad, decisión que me costó mucho tomar pero de la que no me arrepiento. Actualmente, cuando los tiempos de cursada me lo permiten, tomo clases de ballet, hago cursos de esta disciplina, y sigo muy activamente todo lo que se relaciona con el mundo de la danza”, comentó.

En cuanto a las metas, por el momento la  más próxima es recibirse de las carreras que está estudiando. “Después me gustaría poder trabajar y vivir de lo que estudié, ya sea dando clases o en algún otro espacio relacionado con la disciplina. Además de lo referido al trabajo quisiera seguir perfeccionándome, es decir, tener la posibilidad de seguir estudiando lo que me gusta haciendo cursos de posgrado”, concluyó.

 

 

 

Por Patricia Escobar 

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